jueves, 11 de noviembre de 2010

Terapias alternativas


         Quienes lo padecen conocen la gravedad inherente al mal de Parkinson, y los que hemos conocido a pacientes de la enfermedad conocemos sus terribles consecuencias, las cuales se manifiestan sobre todo en la imposibilidad de controlar el pulso, en algunos casos alcanzando un grado tal de gravedad que se torna imposible tomar un vaso de agua sin derramar líquido.
            No existe una cura definitiva para la enfermedad que funcione para todos los casos, pero sí opciones para controlar los síntomas de la misma. Algunos son medicamentos convencionales, pero otros son terapias alternativas que pueden llegar a ser de gran ayuda en tratar los síntomas de la enfermedad.
            La aromaterapia, por ejemplo, ofrece un abordaje interesante a pacientes de Parkinson, pues gracias al potencial relajante de algunos aceites esenciales es posible reducir la intensidad del temblor causado por esta enfermedad. A su vez, el tratamiento de medicina herbal en el que el terapeuta receta hierbas medicinales según las necesidades del paciente puede causar un efecto similar al de la aromaterapia.
            El ámbito relajante también puede encontrarse en prácticas como la meditación o el yoga, e incluso en un arte marcial emanada de la escuela taoísta: el tai-chi.
            Los masajes pueden mejorar la circulación y relajar al paciente en cualquiera de sus formas, siendo la reflexología el tipo de masaje más indicado para personas con Parkinson, pues trabaja justamente sobre las extremidades.
            Finalmente, recomendamos la musicoterapia. Esta terapia (cuyo potencial muchas veces se pasa por alto) tiene un impacto profundo en las emociones del paciente, y a través de ella es posible potencial la relajación y el control de los movimientos involuntarios en el paciente.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Presentacion, Parkinson

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Síntomas


Los cuatro síntomas principales son:

·   Temblor de reposo. Se presenta en las extremidades superiores e
        Inferiores, la quijada o la cara.
  •  Rigidez o endurecimiento de las extremidades o del tronco.
  •  Bradiquinesia o aquinesia. Dificultad para iniciar movimientos.
  •  Inestabilidad postural. Desequilibrio y falta de coordinación.

Motores

  • Rigidez muscular (dificultad para flexionar los brazos o las piernas)
  • Postura inestable, encorvada o desplomada.
  • Pérdida del equilibrio.
  • Cambios en la marcha (patrón de caminar).
  • Marcha arrastrada.
  • Movimientos lentos(bradicinesia o acinesia)

  • Dificultad para iniciar cualquier movimiento voluntario
  • Pasos cortos seguidos de la necesidad de correr para mantener el equilibrio.
  • Congelamiento del movimiento cuando éste se suspende e incapacidad para reiniciarlo.
  • Achaques y dolores musculares (mialgia).
  • Agitación, temblores (de grado variable o pueden no presentarse)
  • Cambios en la expresión facial (facie hipomimica):

*cara con aspecto de "máscara"
           *mirada fija
           *posible incapacidad para cerrar la boca
           *reducción del ritmo de parpadeo
  • Cambios en el habla y en la voz:
            *habla lenta
            *bajo volumen de voz
            *monotonía
            *deterioro del habla
  • Pérdida de la destreza motriz fina.
            *dificultad para escribir: la letra puede ser pequeña e ilegible
            *dificultad para deglutir
  • Caídas frecuentes
  • Disminución de la función intelectual (puede ocurrir y puede ser severa)


No motores
·        Depresión y ansiedad.
·        Trastornos del sueño.
·        Trastornos de memoria.

Otros síntomas:

  • Sialorrea (excesiva producción de saliva).
  • Disfagia (dificultad para tragar).
  • Eructos.
  • Reflujo gastroesofagico.
  • Vaciado lento del estomago.
  • Estreñimiento.
  • Obstrucción intestinal.









Diagnostico

             El diagnóstico de Enfermedad de Parkinson, que es puramente clínico (no existen marcadores biológicos), puede llegar a revestir una gran complejidad. Esta dificultad en la diagnosis es corriente que aparezca en los primeros estadios de la enfermedad, cuando los síntomas que el paciente presenta pueden ser atribuidos a otros trastornos. Consecuencia directa de esto hecho es la elaboración de diagnósticos erróneos.
             No existe ninguna prueba de laboratorio que permita diagnosticar la enfermedad, pero es frecuente que se realicen analíticas sanguíneas con el objetivo de descartar otros posibles trastornos, como el hipotiroidismo (al igual que Enfermedad de Parkinson, conlleva una ralentización en los movimientos), una disfunción hepática o patologías autoinmunes.
             La única prueba complementaria con valor diagnóstico positivo es la tomografía por emisión de positrones (PET), un estudio de imagen que permite visualizar el estado en que se encuentran los receptores dopaminérgicos. Esta prueba no suele realizarse más que en casos muy dudosos o en ensayos de investigación.

Resulta habitual que los facultativos formulen preguntas al paciente con las que pretenden dilucidar si este consumió alguna clase de estupefaciente o si estuvo expuesto a virus o toxinas medioambientales, para así determinar si un factor específico pudo haber sido la causa de un parkinsonismo. Es objeto de observación la actividad muscular del paciente durante un periodo de tiempo, pues con el avance de la enfermedad los trastornos motores específicos se vuelven más evidentes.


Pronóstico

              Sin tratamiento, esta enfermedad empeorará hasta que la persona esté totalmente incapacitada. El mal de Parkinson puede llevar a un deterioro de todas las funciones cerebrales y a una muerte prematura.
La mayoría de las personas responden a los medicamentos. El grado de alivio de los síntomas y por cuánto tiempo puede ser muy diferente en cada persona. Los efectos secundarios de los medicamentos pueden ser severos.


Prevención

             En los últimos años se han realizado múltiples estudios con el fin de identificar factores exógenos que pudieran modificar el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Mediante estudios caso-control retrospectivos se ha intentado relacionar el consumo regular de antiinflamatorios no esteroideos y de ciertas vitaminas con un menor riesgo de enfermedad de Parkinson pero los resultados de estos estudios son contradictorios y no es posible en estos momentos inferir que el consumo de estos fármacos reduzca el riesgo de padecer Parkinson.
La asociación más firme actualmente es la mayor incidencia de la enfermedad entre no fumadores: existe una relación en la alteración en los niveles de dopamina producidas por el tabaco y un decremento del riesgo de contraer Parkinson, pero los mecanismos de tal relación aún no se encuentran determinados.

Evolución

Consta de cuatro Fases:

ETAPA  PRESINTOMÁTICA
Los primeros síntomas clínicos no aparecen hasta que han muerto el 50 ó 60% de las neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra. Esto conlleva a la desaparición del 80% de la dopamina en esa zona.
Al principio los síntomas motores pueden aparecer sólo en momentos de gran estrés. En cuanto a los síntomas no motores el enfermo puede encontrarse excesivamente fatigado, desarrollar seborrea (aumento patológico de la secreción de las glándulas sebáceas de la piel), estreñimiento o puede mostrar un estado de ánimo bajo llegando incluso a padecer una depresión.
Estos signos pueden padecerse durante largo tiempo sin que el médico o el enfermo lo relacionen con la patología parkinsoniana.
ETAPA  LEVE
Aparecen los primeros síntomas motores. Suele comenzar de manera muy focal, con temblor o torpeza en un miembro concreto (por ejemplo, arrastras una pierna al caminar), generalmente de la parte superior del tronco, como una mano o un dedo. Afecta con menos frecuencia a una extremidad inferior.
Más adelante este temblor y el enlentecimiento de los movimientos se manifiestan de forma tan sutil que el enfermo no ve modificada de ningún modo su vida diaria y realiza sin ayuda todas las actividades habituales. Es posible que le cueste más trabajo cortar un filete duro, girar con soltura en la cama o levantarse de un sillón muy bajo, pero puede seguir llevando a cabo sus obligaciones laborales y sociales sin problemas.
ETAPA  MODERADA
Los síntomas motores se agravan. El paciente tiene problemas para ejecutar con soltura las actividades de la vida diaria, presenta dificultad al entrar y salir de la bañera, levantarse de la cama o afeitarse. La rigidez, la bradicinesia y los temblores se manifiestan de forma evidente. La mano puede adoptar la típica postura de 'tienda de campaña' o de 'cuenta de monedas', con la muñeca flexionada y los dedos pulgar e índice se acercándose entre sí con un fino temblor. Los pies se arrastran al caminar, pero no se producen episodios de congelación de la marcha.
Los síntomas típicos de este periodo se ven paliados por el empleo de levodopa y agonistas dopaminérgicos, fármacos que contrarrestan la pérdida de dopamina que se produce con la muerte de las neuronas de la sustancia negra.
Esta terapia es muy eficaz durante los primeros años de esta etapa y el paciente experimenta una gran mejoría que se prolonga a lo largo de todo el día, sobre todo durante los primeros meses. Los temblores, la rigidez y la lentitud de movimientos prácticamente desaparecen.
Sin embargo, entre tres y cinco años después de iniciar el tratamiento con estos fármacos, aparece un fenómeno llamado 'wearing off' (desgaste). Se produce un acortamiento de los periodos durante los cuales a medicación puede controlar los síntomas. A medida que pasan los años la necesidad de aporte de levodopa es mayor. Por eso cada vez es necesaria más cantidad de pastillas al día de este precursor de la dopamina para controlar los síntomas.
La combinación de la levodopa con otros fármacos como los agonistas dopaminérgicos ayuda a prolongar estas fases de control y retrasar la aparición del 'wearing off'. Por eso, es muy importante que el médico adopte una buena estrategia de tratamiento en cuanto a combinación de medicamentos para que el paciente no genere esta 'tolerancia' a la levodopa y se pueda dilatar al máximo la progresión hacia las fases más graves de la enfermedad.
ETAPA  AVANZADA
Tras muchos años de evolución, los síntomas o signos se han generalizado y el tratamiento con levodopa y demás fármacos no resulta del todo eficaz.
Se producen un fenómeno llamado 'on-off' o 'encendido-apagado'. En periodos de 'encendido' el paciente se beneficia de las virtudes de la levodopa y los demás fármacos que se le administran para paliar los síntomas y se encuentra bien. De forma súbita todo aquello desaparece y sobrevienen bruscamente todos los síntomas parkinsonianos. A estos periodos de empeoramiento se les denomina periodos 'off' o 'apagado'.
Esto se produce porque los mecanismos cerebrales se han deteriorado tanto que no puede gestionar bien la cantidad de levodopa y hay periodos de tiempo en los que hay exceso y el paciente realiza movimientos involuntarios y otros en los que es escasa y el paciente está parkinsoniano.
En esta fase avanzada también puede aparecer un deterioro cognitivo, es decir, una pérdida de las funciones mentales superiores (demencia).
No obstante, si no fuera por los tratamientos que existen actualmente el paciente se encontraría muy incapacitado. Antes de la existencia de estos fármacos un alto porcentaje de pacientes quedaba postrado en la cama. Ahora esto no ocurre, la calidad de vida de los enfermos de Parkinson ha mejorado muchísimo, así como la esperanza su vida.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Introducción a esta Patología

El mal de Parkinson fue descripto por primera vez por el doctor James Parkinson en Inglaterra en 1817. El describe esta enfermedad que lleva su nombre como "Parálisis Agitante", indicando los síntomas más relevantes: disminución del movimiento (parálisis) y "agitación" (temblor), aparece entre los 40 y los 70 años de edad, con una mayor incidencia en la década de los 60.




Epidemiología 

Afecta aproximadamente a 2 de cada 1.000 personas; se ha convertido en la cuarta patología más frecuente entre las personas mayores, aunque en ocasiones se presenta en adultos jóvenes y pocas veces en niños.
 Este mal afecta tanto a hombres como a mujeres y es uno de los trastornos neurológicos más comunes en las personas de edad avanzada.   
La Asociación Civil de la Enfermedad de Parkinson en Argentina (ACEPAR) no cuenta con datos oficiales pero calcula unas 70.000 personas afectadas, es decir 1 enfermo cada 500 personas sanas.




Definición


   La Enfermedad de Parkinson, es una enfermedad neurodegenerativa, que afecta primariamente estructuras como la sustancia negra y el cuerpo estriado, suele comprometer también la corteza cerebral, el sistema límbico y el hipotálamo, tiene un origen desconocido, reconociéndose múltiples factores en su aparición con un fuerte componente genético cuya importancia puede variar en diversas situaciones.

 La Enfermedad de Parkinson es de carácter crónico, progresivo y lento, que afecta a la zona del cerebro encargada del control y coordinación del movimiento, del tono muscular y de la postura. En esta zona, llamada sustancia negra, existe un componente químico, la dopamina, compuesto esencial para la regulación de los movimientos, es decir, para que los movimientos se realicen de una forma efectiva y armónica. Así, en la Enfermedad de Parkinson se produce una "degeneración" de la sustancia negra (de causa desconocida) cuya consecuencia es la disminución de la dopamina.

             También se presenta por la destrucción gradual de las células nerviosas de la parte del cerebro que controla el movimiento muscular y es un daño que empeora con el tiempo. Se desconoce la razón exacta por la cual las células del cerebro se desgastan. Este trastorno puede afectar a uno o ambos lados del cuerpo, con grados variables de pérdida de la función.

Las principales manifestaciones de la enfermedad expresan un control deficiente de los movimientos: Temblor, lentitud generalizada (bradiquinesia), rigidez y alteraciones de la postura y de la marcha.







Etiología

             Desconocida. Multicausal, los factores causales pueden dividirse en: Agentes genéticos, biológicos y externos.

Agentes Genéticos: en algunos pacientes se hereda la predisposición a padecer el problema, sin embargo si el paciente no se expone a sustancias toxicas posiblemente la enfermedad no se manifieste.

Agentes Biológicos: disminución de la dopamina a causa de trastornos depresivos.

Agentes externos: se ha encontrado mayor incidencia de este trastorno entre personas de área rural que consume agua de pozo, la cual se ha supuesto contaminada con agroquímicos.
Otras de las causas puede ser el consumo de drogas ilícitas (cocaína provoca lesiones en la sustancia negra, lo que hace a las neuronas mas vulnerable) y/o licitas como los fármacos neurolépticos o reserpina, estos fármacos producen parkinsonismo a través de sus propiedades de bloque de los receptores dopaminergicos.




Clasificación
        
            Existen Dos tipos de parkinson:

  • Parkinson primario: Se desconoce exactamente la causa. Ha sido llamado idiopático. Usualmente es causado por una enfermedad de la misma célula del cerebro degenerativa, la cual pierde su capacidad de sintetizar un neuro transmisor que se llama dopamina o dopa.

  • Parkinson secundario: Parkinsonismo. Puede obedecer a diferentes causas como podrían ser efectos de medicamentos, de tóxicos, vascular, traumas al cerebro, tumores, problemas metabólicos, hipoparatiroidismo (trastorno del paratiroides) y trastornos de mal formaciones arterio-venosas. No obstante la causa principal son por accidentes cerebro vasculares.




Enfermedad de Parkinson y Síndrome parkinsoniano
              Cabe Destacar la diferencia entre, la enfermedad de Parkinson que  produce una    degeneración primaria de la sustancia negra. Por otro lado, hay enfermedades o procesos diferentes a la enfermedad de Parkinson, pero que se presentan con síntomas parecidos. Se habla entonces de síndrome parkinsoniano o parkinsonismo.
Así por ejemplo hablaremos de Síndrome Parkinsoniano en una persona que tiene el temblor y la rigidez a causa de una Enfermedad de Alzheimer, o en otra persona, la cual ha tomado medicamentos que producen estos síntomas como efectos secundarios. Reservaremos el nombre de enfermedad de Parkinson para aquellos casos en que, en ausencia de otra enfermedad o causa, aparecen los síntomas referidos sobre movimiento, temblor y rigidez.